Sobre el vino
Baco / Dionisio
Dionisio, hijo de Júpiter en la mitología griega dios del vino y de la vegetación, enseñó a los mortales cómo cultivar la vid y cómo hacer vino. Era bueno y amable con quienes lo honraban, pero llevaba la locura y la destrucción a quienes lo despreciaban a él o a los rituales orgiásticos de su culto. De acuerdo con la tradición, Dionisio moría cada invierno y renacía en la primavera. Para sus adeptos, este renacimiento cíclico, acompañado de la renovación estacional de los frutos de la tierra, encarnaba la promesa de la resurrección de los muertos.
Baco, dios del vino en la mitología romana, solía caracterizarse de dos maneras: una como dios de la vegetación, específicamente de los frutos de los árboles, que aparece representado en los vasos con un cuerno con bebida y racimos de uvas. Cómo llego a ser el dios popular del vino y del regocijo, se dice que en algunos de sus festivales se producían milagros en los que dicha bebida era el ingrediente predominante. La segunda caracterización del dios apunta a los misterios de una divinidad que inspiraba cultos orgiásticos, de lo que son ejemplo las médanes o bacantes. Este grupo de mujeres abandonaba el hogar y vagaba por el desierto entrando en un estado de éxtasis en su devoción al dios. Vestían pieles de cervatillos y se cría que poseían poderes ocultos.
El nombre Baco llegó a usarse en la antigua Grecia durante el siglo V a. C. se refiere a los fuertes gritos con los que se lo adoraba en las Bacanales, frenéticas celebraciones en su honor. Estos hechos, supuestamente originados en las fiestas de la naturaleza primaveral, llegaron a ser ocasión de embriaguez y de actos licenciosos, en los que los celebrantes danzaban y bebían. Las bacanales se hicieron cada vez más desenfrenadas. Por esta razón, el Senado romano las prohibió en el año 186 a. C. En el siglo I d. C., sin embargo, los misterios dionisíacos eran aún populares, como lo demuestran las representaciones alusivas encontradas en sarcófagos griegos.
Los ritos anuales en honor a la resurrección de Dionisio fueron evolucionando gradualmente hacia la forma estructurada del drama griego, y se celebraban importantes festivales en honor al dios, durante las cuales se realizaban grandes competiciones dramáticas. El festival más importante, las Grandes Dionisíacas, tenía lugar en Atenas durante cinco días de cada primavera. Para esta celebración, los grandes dramaturgos griegos Esquilo, Sófocles y Eurípides escribieron sus magníficas tragedias. Después del siglo V a. C., Dionisio fue conocido para los griegos como Baco.
Delicias de Baco